lunes, 2 de noviembre de 2009

Tema del Mes/ Reconociendo el ministerio Pastoral


Reconociendo al Ministerio Pastoral

En este mes de Noviembre queremos como Iglesia reconocer al Ministerio Pastoral que ha desarrollado un trabajo en nuestra congregación durante estos últimos 20 años, por lo que hemos invitado a pastores que estuvieron con nosotros en el principio del fortalecimiento, edificación y consolidación de lo que hoy se conoce como LA IGLESIA DE LA B. REYES ,con mucho cariño queremos reconocer al MATRIMONIO PASTORAL DE PEDRO BENITEZ Y DELIA DE BENITEZ; HUMBERTO RESENDIZ; ANASTACIO CRISOSTOMO Y ALEJANDRA DE CRISOSTOMO.

La labor desarrollada por estos ministerios pastorales FUE, ES y SERÀ de mucha bendición para nuestra Iglesia, han dejado una huella imborrable en nuestros corazones, y con su ejemplo nos han bendecido, por lo que hoy damos Gracias a Dios por sus vidas.

Hay un pensamiento que ha llamado la atención respecto de como AYUDAR A TU PASTOR, queremos hoy compartirlo y que se haga realidad en nuestras vidas para bendecirlos como SIERVOS DE DIOS:

Cada año, cientos de pastores dejan el ministerio y toman otras profesiones porque no pueden soportar las dificultades y desánimos de su llamamiento. Muchos de los que siguen con su obra tienen estados depresivos graves. Uno de los factores claves de esta tendencia es que la eficacia del pastor está directamente relacionada con el servicio voluntario y amoroso de los miembros de la iglesia. Por lo tanto, si somos cristianos debemos preguntarnos: ¿Qué debemos hacer para ayudar a nuestro pastor a realizar la obra que Dios le ha encomendado?.

He aquí cinco pasos que podemos seguir:

Orar
Recuerda al pastor y su familia en oración. Cada pastor sincero puede identificarse con el llamamiento de Pablo: “…Os ruego, hermanos…, que me ayudéis orando por mí” (Romanos 15:30). El pastor y su familia son simples seres humanos como los demás. Tienen los mismos problemas y debilidades, que se unen a las dificultades de un ministerio público. Por eso mismo debiéramos orar personal y específicamente por ellos a diario.

Someterse
Reconocer al pastor como líder espiritual de la congregación. Poner en práctica la exhortación de Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta, para que lo hagan con alegría y no quejándose, porque esto no es provechoso”. Es cierto que los pastores no han de actuar como “enseñoreándose de la grey de Dios” (1 Ped. 5:3), ni hay que verles como dictadores infalibles, pero “hay que sujetarse” y cada miembro de la iglesia debe reconocer su posición y llamamiento.

Ocuparse en algo
Escoger una tarea en la iglesia y dedicarle toda la energía. Pedirle al Señor que nos dirija y obedecer de todo corazón las palabras de Pablo: “Todo lo que hagáis, hacedlo de todo corazón como para el Señor” (Col. 3:23). Si cada miembro de iglesia que tiene capacidad hiciera algo y lo hiciera bien, nuestros pastores gozarían muchísimo más de su tiempo y trabajo.

Ser sincero
Ser sinceros y abiertos con el pastor. Si su ministerio es eficaz, animarle diciendo lo que pensamos. Pero si estamos convencidos de que no está predicando todo el consejo de Dios, comentárselo también. Si se sabe de alguien a quien se está descuidando pastoralmente, decírselo también con espíritu amable y cristiano. Pero por favor, no esparzamos disensiones y discordias, comentando estas cosas con otros, y más con los recién convertidos.

Ser paciente
Ejercitar paciencia con el pastor. Recuerda que es un hombre imperfecto trabajando con un grupo de persona también imperfectas. De hecho, tú mismo puedes ser una de sus dificultades. En resumen, el pastor no necesita simpatía; necesita apoyo. Se le puede ayudar orando por él, reconociendo y aceptando su liderazgo, tomando seriamente nuestras responsabilidades y siendo sinceros con él.


Deseando bendición al Ministerio Pastoral

Juventino y Mariana Gallardo
Pastores

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