lunes, 6 de abril de 2009

Aram García


“Nuestro mundo es un territorio ocupado por el enemigo. El Cristianismo es la Historia que relata como Dios puso Sus pies sobre esta tierra, disfrazado, y de cómo nos llama a formar parte de una gran Campaña de Sabotaje”

(C.S. Lewis)



PUES SÍ, ACÁ su más humilde servilleta comparte gustoso esta entrega a la e-plataforma mediática de mi colega blogger Juan Castillo (mejor conocido en el mundo del hampa cibernético como “NetRanger”) para recrear a grandes pincelazos la manera en que el Buen Dios llamó a quien escribe al servicio misionero. Tal llamado fue como un banderazo de salida a una carrera, no, más bien a una intensa aventura que me ha llevado a conocer a Dios de manera no conocidas antes y en distintas facetas, tales como padre, amigo, guía, cómplice, proveedor, líder en el campo de batalla, otras tantas más...¡Hey NetRanger! Creo que requeriré de mucho espacio en tu blog para relatar las experiencias vividas en el servicio misionero! ¡Jajaja! :)

No, ya en serio…creo que mi vida cristiana fue la típica de todos aquellos que igualmente lo han sido desde niños, criados en un entorno familiar que ama a Dios y que procura seguirle, con todo y los aciertos y errores que son parte de los seres humanos. Mi vida era tranquila, aunque sin nunca faltar los característicos problemas adolescentiles y juveniles (nope, no malentiendan: no sex, drugs, alcohol y otras sustancias estupidizantes). Definitivamente tal perfil familiar cristiano fue un faro que dirigió el barco de mi vida a un puerto seguro, evitando las tormentas y naufragios que llegué a conocer de gente de mi generación (escuela, barrio, trabajo, etc.). Era un chico normal, ciudadano tranquilo, cristiano activo en la iglesia local (nope again, el Cristianismo NO es sinónimo de aburrimiento, ¡me consta de primera mano!). Sin embargo, llegó un momento en que pareciera que había algo más allá de aquellas cuatro paredes de mi iglesia local. No malentiendan: no era que mirara con desdén a mi amada iglesia, era más bien imaginar que había-algo-más que aquella bendita rutina de actividades semanales y anuales. Extrañamente anhelaba algo que aun me era desconocido.

Fue entonces cuando una amiga me invitó a traducir a un equipo de misioneros de la base JUCUM durante una semana que estuvieron en mi natal Hermosillo, Sonora. JUCUM (Juventud Con Una Misión) es la organización misionera internacional einterdenominacional, (www.ywamcancun.org)…¡fue una experiencia que me dejó fascinado! Salíamos juntos a evangelizar a escuelas, cárceles, plazas públicas, desafiábamos a las iglesias locales al involucramiento misionero, actividades deportivas y culturales de alcance, etc. Por una semana formé parte de un equipo internacional de chicos de EUA, Canadá, Inglaterra, Suecia, ¡y México! Sin lugar a dudas Dios cautivó mi corazón, haciéndome ver todo lo que se puede hacer para Él y el avance de Su Iglesia cuando hay un corazón dispuesto y manos extendidas para trabajar. ¡Además que la dinámica tan fresca de JUCUM es fascinantemente efectiva! Dios usó a tales chicos para inspirarme y desafiarme a seguir su ejemplo en el servicio misionero.

De ninguna manera mi decisión de involucrarmeen las Misiones era resultado de emocionalismo, ya que esto solamente hubiera durado un puñado de días…era como el llamado que la naturaleza hace a las aves a que emigren: algo tan irresistible que aun si las aves estuvieran enjauladas se mostrarían inquietas, tratando de responder a ese llamado y volar…era una pasión que me empujaba a enviar e-mails y entrevistas con personas que me ayudarían y hacer contactos telefónicos mordiéndome el puño. En gran manera este anhelo era bien conocido por Dios, al que le dije que si era Su voluntad que me respaldara para estudiar la EDE (Escuela de Discipulado y Entrenamiento ) de JUCUM.

Siete años más tarde: después de haber recorrido más de 40, 000 Kms a lo largo y ancho de México (una distancia más grande que una vuelta entera al planeta Tierra), conocido a miles de personas de México y otros países, hecho amistades con muchas otras más (entre ellas la de mi compa Juan Castillo & Co., of course), participado en proyectos de ayuda social para los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad Mexicana, formado parte del perfecto plan de Dios de equipar y edificar a Su iglesia, me encuentro en Cancún, México, en la base de JUCUM Cancún (www.ywamcancun.org), con un grupo de amigos, todos inconformes del status quo y sabedores que la Iglesia Cristiana realmente es las manos y pies del cuerpo de Cristo, y que juntos nos podemos extender para alcanzar al mundo agónico que nos rodea. No cayendo en ilusiones utópicas, idealistas o románticas, sino más bien echando mano de estrategias relevantes y específicas que con el respaldo de Dios en su tiempo habrán de dar resultados.

Levantar una Generación Peligrosa que sólo tema a Dios y que odie al pecado, listos a pelear desde su trinchera para impactar el presente no es tarea fácil, tampoco se hace a cocción rápida de microondas, pero sabemos por experiencia que sí se puede, y más cuando El Libro relata cómo es que Dios ya se ha encargado que el trabajo misionero mundial concluya el plan divino de La Gran Comisión, y que el Evangelio del Señor Jesucristo salve la eternidad de gente de toda nación, raza y lengua (Ap :7:9-10). Este es tu lugar. Este es tu momento. ¡Únete al equipo ganador de Dios !

Peleando por ESTA generación.

Aram (Arameo)

x_plot@hotmail.com

Visita: www.myspace.com/arameo1

www.ywamcancun.org



© y D.R. 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

buen reportaje!